No esperes que sea tarde...

(fotógrafa: de Francisca Meza Gallardo)

Raphaella había tenido un muy buen fin de semana, todo había sido casi perfecto, se había sentido muy contenta y muy satisfecha, como hace mucho tiempo no se sentía... fue al cine, camino, mil mariposas volaban a su alrededor y cada rayo de sol era un nuevo incentivo para seguir adelante con aquella alegría, compartió con gente que la quería, se rió, conoció nueva gente ,se dio tiempo para ella, algo que ya había olvidado como se hacía. Así pasaron dos días de aquel fin de semana y nada pudo arruinar ese estado, qué era el pasado?, que era el futuro? ... nada importaba en esos días mas que el presente.

El día lunes amaneció algo rara, toda la alegría se había desvanecido y no sabía por qué, no lograba entender qué había sucedido, la noche había sido larga, había pensado un par de cosas, pero nada que ella pensara que haría cambiar ese estado, no había dormido más que dos horas, no entendía que pasaba, quería seguir disfrutando el presente de aquella manera, pero ya no habían rayos de sol que la incentivaran. ¿Se habrían desvanecido esos sentimientos en aquellas dos horas de sueños, por qué no habría pasado la noche despierta para no arruinar ese estado?... se decía a ella misma. Pasaban las horas y cada minuto que pasaba se sentía mas sola, miraba a su alrededor, y solo sentía el vacío, las canciones la perseguían, se conectaba a la Internet y todo parecía estar silencioso y aburrido ... no había nadie ... comenzó a buscar a alguien, comenzó a ver quienes eran capaces de acercarse a través de la red sin dar ella el primer saludo ... y nada paso ... solo seguía ella, su notebook, unas canciones y el gran vacío, quería conversar, volver a reír, pero nadie estaba disponible . Comenzó a pensar en todo lo que estaba haciendo hoy en su vida, que había desencadenado el pasado para estar así en el presente, qué ganancias y que perdidas tendría el futuro si seguía haciendo lo que estaba realizando hoy... Se dio cuenta que todo había perdido nuevamente el color, la magia y las ganas de seguir, estaba aburrida de seguir pidiendo ayuda, estaba cansada de seguir con su tratamiento y estaba pensando radicalmente en dejarlo, ya se sentía bien y segura de poder salir adelante sola, sin nadie que la ayudará, sin "amigas", sin familia, sin médicos, sin nada ... se sentía grande y fuerte para seguir caminando por la vida sola... 

Saludo a un par de personas, tirándole de principio una mala vibra, y lamentablemente todo lo que estas personas le decían la convencían. Le escribían lo mucho que la querían, y se hacían notar mostrando su preocupación y estando en todo lo que ellas pudieran... pero terminaron recibiendo solo mala onda de Raphaella, ella sentía que todo lo que le decían era sarcástico, que nadie se preocupaba de verdad, sólo por compromiso y que al final seguía sola. Peleó con dos personas que ella decía querer mucho por estar así, otras sólo la dejaron con su mala onda y trataron de mantenerla en calma ... pero estaba tan cerrada y taimada que no veía lo que estaba ante sus ojos ... Había gente a su alrededor, gente que la quería y la aceptaba, con sus defectos y virtudes, mientras ella trataba de alejarlos, porque sabía que estando así las dañaba con sus palabras y mala onda, y aunque no quería lastimarlos, al parecer lo hacía igual los lastimaba y mucho . Después se salió de la Internet y se fue a su dormitorio...nuevamente estaba sola...ahí paso la tarde y la noche pensando en lo mal que había actuado.

Ella seguía perdiendo su tiempo en lamentarse por las personas que ya no estaban a su lado, en las personas que por una u otra razón ya no seguían en su vida y no se daba cuenta lo valiosas que eran esas pocas personas que quedaban y lo mucho que debía aprovecharlas, ya que en algún momento ya no iban a aguantar sus mañas e inmadureces y de verdad estaría sola con el vació porque se irían como ella quería.

Valoremos lo que tenemos, lleguemos a entender y reaccionar de manera positiva y con cariño con las personas que tenemos hoy , no vaya a ser que en un abrir y cerrar de ojos las hayamos perdido y definitivamente sea tarde ... y ahí si que lo lamentaremos.