Para mi ángel protector

Querido y recordado Bebito, te he extrañado tanto desde que te fuiste de nuestro lado de manera física, que lo único que hago a diario es pensar en ti y en saludarte como siempre, pienso en los cortos pero maravillosos momentos que pasamos juntos.

Cuando llegaste a nuestras vidas, supimos que sólo venías a dar un paseo por la Tierra y a enseñarnos a todo algo relacionado con la vida, a aferrarse a ella a pesar de las adversidades que esta te presente, y que luego te irías a ese lugar, en el cual viven los angelitos, ya que tenías esa maldita enfermedad. Siempre me pregunté el por qué te había tocado vivir eso a tí, un ser pequeño e indefenso que no le hizo daño a nadie.

No te vimos correr, ni tampoco te escuchamos hablar, pero con tus pocos movimientos y tus cortos llantos supimos lo maravillo y hermoso niño que eras desde tu corazón. 

Los primeros años de tu vida los viviste en un hospital, por eso ahora los detesto!... pero con tu fuerza y ganas de vivir y salir adelante superaste bien esa etapa.

Dios quiso las cosas así, y ya no podemos hacer nada.... ahora descansas tranquilo y feliz a su lado . Por esta razón y porque luchaste lo que más pudiste en tus seis añitos de vida, me siento muy orgullosa y contenta de ti.... pero a la vez también me siento triste, por no poder verte, tocarte, darte esos besitos que te gustaban y de los cuales te llenaba cuando te veía.

Te amo, te amé y te seguiré amando y recordando hasta cuando a mí me llegue la hora de estar junto a ti . Gracias por cuidarme y acompañarme siempre, estoy segura que todas las veces que me ha pasado algo o he estado a punto de que pase, tú eres quien me cobijas con tus alas y evitas las cosas ... sé que eres mi ángel protector y que siempre estaremos conectados con el alma y el corazón.

Esta es la historia de mi sobrino, se que más de alguna persona ha sufrido la perdida de un niño en sus familia o amigos y entiendo lo doloroso que es, son pequeños seres inocentes que no alcanzan a conocer la vida como debería, a veces pensamos que la vida es injusta, pero con el tiempo nos damos cuenta que Dios es tan sabio que los saca de esta vida sabiendo que el sufrimiento para ellos acá será más grande, no hace nada  cruel, sólo que la misión de esos seres pequeños es más corta que la de nosotros, incluso a veces es más grande la misión que traen que la enseñanza queda plasmada en nuestros corazones, y creo firmemente que esa es la tarea que cumplen. Cuando ya no están pasan a ser una estrella mas en el universo, y cada vez que miramos al cielo y encontramos la más brillante estamos teniendo contacto con ellos. Pasan a ser nuestros angelitos y jamás salen de nuestros recuerdos y nuestros corazones .... Si debemos dejarlos volar felices y tranquilos porque Dios los cuida y ya nada malo podrá pesarles, ellos estarán bien, el dolor queda para los que nos quedamos en la vida terrenal, pero debemos aprender a sacar fuerzas y aprender a vivir con él ya que ellos lo único que quieren , de seguro, es que seamos felices recordándolos y queriéndolos eternamente... Recordemos que los niños son la felicidad en su totalidad y esperan que sigamos ese legado.