He visto historias de personas que paralizan su vida por los dolores y demás síntomas, pero yo sigo aqui en pie, dando guerra, tratando de hacer una vida lo más común posible y no dejaré de hacerlo, pero a veces es triste que la gente no se de cuenta que es sumamente agotador vivir asi, que a veces no tienes ganas de nada porque tu cuerpo o mente no te acompañan, en lo personal me esfuerzo por cumplir con todo pero el costo es alto, una fatiga crónica sumamente agotadora que tampoco se entiende por que no se ve.
No es cosa de echarle ganas porque de esas le pongo todos los dias tan solo con el hecho de levantarme, lo que sigue del día es un triunfo por cada cosa que hago sea grande o pequeña es con enfuerzo a pesar del dolor y del agotamiento.
Si no pusiera de mi parte, si no pusiera ganas estoy completamente segura de que mi vida estaría paralizada, no seguiría luchando y haciendo realidad mis sueños.
Trato de llevar una sonrisa siempre, saludar desde la persona más humilde hasta la más posicionada cuando llego a mi trabajo, que es algo que disfruto mucho aunque a veces el miedo me quiere detener, pero lo enfrento una y otra vez.
A veces no puedo estar tan feliz como quisiera yo y como quisiera el resto porque simplemente la fatiga, el dolor, mi baja en las funciones cognitivas y mi inestabilidad emocional no me lo permiten, pero eso no significa que me he rendido solo que necesito ser escuchada, validada, a veces consentida y sentir el cariño, preocupación y compañia de las personas que para mi son importantes.
El afecto, ese ser "de piel", es algo que me ha costado mucho aceptar que en Ecuador no lo puedo tener como siempre lo tuve, porque las personas son diferentes acá y a veces solo necesito eso, quizas para mi es poco pero para el resto significa mucho y les cuesta, y trato de entenderlo tambien. Cuando me siento mal física y emocionalmente es una de las cosas que más necesito pero en la vida de adultos quizás ya no es permitido y debo aprender a aceptar eso, aunque con mucha tristeza, porque eso es una parte de mi, de mi escencia, siento que no soy yo cuando no puedo sentirlo o hacerlo, pero que va, eso tampoco me puede tumbar.
Hoy anímicamente me siento estable aunque mi cuerpo y el agotamiento no me acompañen, mi estado animico es bueno pero las cosas antes nombradas no cooperan. Mañana será otro día, una nueva oportunidad, un nuevo día para vivir y agradecer que sigo aquí y que las personas importantes en mi vida siguen ahi, conmigo.
No necesito mucho para ser feliz un poco de mimos, estabilidad económica y seguir consiguiendo sueños, esto último depende netamente de mi y por eso me levantaré cada dia sabiendo que tengo un objetivo y una meta donde llegar, no habrá síndrome ni trastorno que me tumbe porque nací para la guerra y aunque a veces decaiga no será mi fin.
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